Hay un orden que es creativo, y que responde a los niveles más profundos, no a los ligados a la voluntad, ni a los deseos controladores.
Si el corazón está abierto es un imán para atraer todo lo que necesita para ir por el camino del corazón, que no es el del deseo. El corazón no desea. Lo que el corazón necesita, lo que el ser necesita, viene; si se está abierto, viene seguro. No es cuestión de concentrarse en obtenerlo.
El imán es lo que llamamos fluir: que algo suelte y las cosas vayan tomando el orden de la propia vida. Es un orden que tengo que aceptar. Fluir implica aceptar que pase todo lo que el ser quiere.
Si el corazón está abierto es un imán para atraer todo lo que necesita para ir por el camino del corazón, que no es el del deseo. El corazón no desea. Lo que el corazón necesita, lo que el ser necesita, viene; si se está abierto, viene seguro. No es cuestión de concentrarse en obtenerlo.
El imán es lo que llamamos fluir: que algo suelte y las cosas vayan tomando el orden de la propia vida. Es un orden que tengo que aceptar. Fluir implica aceptar que pase todo lo que el ser quiere.
